- Recibe en Madrid el X premio Enrique Ruano Casanova Pro Derechos Humanos por sus 20 años de activismo contra ETA y su entorno
La presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE), Consuelo Ordoñez, ha reafirmado su compromiso por “continuar en la lucha” contra la radicalización que se vive actualmente en el País Vasco y Navarra, dado que en estos territorios “aunque ya no nos maten, siguen secuestrando nuestra libertad”. Así lo ha asegurado esta tarde en su discurso, tras recibir el premio Enrique Ruano Casanova Pro Derechos Humanos en Madrid, como reconocimiento a una trayectoria de más de veinte años de activismo contra ETA y su entorno.
Se trata de un destacado galardón que entrega anualmente la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid a figuras que han tenido un papel destacado en la lucha por los Derechos Humanos. En su anterior edición, fue otorgado al opositor al régimen venezolano Leopoldo López, quien no pudo acudir personalmente a recogerlo por encontrarse privado de libertad en su país. En su representación acudió al acto su padre, Leopoldo López Gil, quien recibió el premio de manos del ex presidente del Gobierno Felipe González.
Ordoñez ha resaltado que el hecho de que colectivos víctimas del terrorismo como COVITE sigan existiendo dos décadas después de fundarse pone de manifiesto que aún “hay tareas pendientes” que merecen el compromiso de todos. “Una parte de la sociedad, radicalizada, ha asumido los postulados de la banda terrorista y llega, incluso, a rendir honores a los terroristas excarcelados”, ha afirmado, a la vez que ha denunciado los intentos del nacionalismo vasco de construir un sentido de exculpación en torno a los antiguos miembros de ETA frente al resto de la sociedad.
La presidenta de Colectivo, que compartió galardón con Maite Pagazaurtundúa, ha recordado de forma emotiva a los primeros activistas que iniciaron la rebelión cívica contra ETA allá por los años 90. El premio, ha asegurado, no hubiera sido posible sin la inspiración que le transmitieron esos compañeros de pancarta de la plataforma ¡Basta ya!, algunos de los cuales fueron posteriormente asesinados por la banda terrorista. “En esas manifestaciones conocí a los mejores ciudadanos del País Vasco: a los más valientes, a los más íntegros y a los más dignos. Donde muchos optaron por llevar una vida tranquila al no significarse públicamente contra ETA, hubo quienes optaron por colocar su dignidad por encima del miedo”, ha relatado.
Consuelo Ordoñez también ha puesto énfasis en la importancia de la deslegitimación social de ETA, tarea pendiente en los tiempos actuales, en los que el entorno radical reivindica sus postulados en calles e instituciones. “Si han dejado de matarnos no es porque hayan renunciado a su ideología o proyecto político. Han dejado de matarnos por razones estratégicas. Ahora les es más rentable perseguir sus fines por medios no violentos. Es necesario seguir luchando contra los objetivos de ETA al igual que antes luchábamos contra sus medios violentos”, ha asegurado.