- Censura que el Gobierno se vaya a apoyar en la izquierda abertzale para aprobar los Presupuestos Generales del Estado, siendo EH Bildu el único partido político que se niega a condenar el terrorismo de ETA
- Denuncia que las condiciones que ha puesto EH Bildu para apoyar los presupuestos suponen traicionar el legítimo derecho de las víctimas del terrorismo a la justicia
- Critica las palabras del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, alabando a la formación abertzale y asegurando que esta se integrará en la dirección del Estado
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) acusa al Gobierno de erigirse en legitimador de la única fuerza política que justifica la violencia terrorista, el asesinato, el secuestro, la extorsión y la persecución como herramientas válidas para hacer política y que tratan a los terroristas de ETA como “presos políticos” y como héroes. COVITE considera especialmente grave que el Gobierno haya negociado y pactado los presupuestos generales del Estado con EH Bildu cuando una de sus condiciones ha sido “buscar una solución a la política penitenciaria y a los presos de ETA”, en palabras de los propios portavoces de EH Bildu. “La única solución que EH Bildu busca para los terroristas presos es impunidad, su excarcelación. Por eso los llaman presos políticos. Tratan a los asesinos de nuestros familiares como héroes y justifican sus crímenes, consideran que no tendrían que estar en la cárcel”, denuncian desde COVITE. “El derecho de las víctimas a la justicia se ha convertido en la moneda de cambio para obtener apoyos a unos presupuestos generales del Estado. Es indigno y una traición a las víctimas”, advierten.
COVITE critica con especial dureza las palabras del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, asegurando que EH Bildu “se integrará en la dirección del Estado”, en palabras del propio vicepresidente. En este sentido, el Colectivo alerta de que negociar e interactuar con normalidad con una fuerza política que ha llegado donde ha llegado por una violencia terrorista que no condena, tras haber eliminado a sus adversarios políticos asesinándolos y tras haber herido, perseguido, extorsionado y acosado a miles de personas es “legitimar la violencia terrorista como elemento posible para acceder al poder. Es legitimar el terrorismo como opción válida para hacer política”, asegura Consuelo Ordóñez, presidenta de COVITE. “El EH Bildu de cuando fue legalizado, hace casi diez años, es el mismo que el de 2020 porque no han hecho ninguna reflexión moral que les haga abjurar de su trayectoria terrorista. Y a pesar de ello, el Gobierno lo ha blanqueado como fuerza política legítima y el vicepresidente segundo lo trata como socio preferente, como si ETA no hubiera existido nunca, que es precisamente lo que la izquierda abertzale quiere hacer creer. Pero no es digno hacer política como si ETA nunca hubiese existido”.
El Colectivo ha avisado al Gobierno de que “ha traspasado una nueva línea roja en el blanqueamiento de ETA y de su brazo político, y por tanto, tendrá a COVITE enfrente”. COVITE considera que el deber de los representantes públicos es “aislar a todas las fuerzas políticas que justifiquen el terrorismo y la violencia política, y no facilitar su normalización social inmerecida, así como la impunidad que tanto desean sobre sus responsabilidades en ETA”. A juicio de COVITE, el Gobierno “está permitiendo que los ideólogos de ETA y defensores políticos de los terroristas hagan política con alfombra roja, como si ETA nunca hubiese existido”. Asimismo, legitimar a EH Bildu como fuerza política democrática con la que se puede negociar y pactar entraña otro grave peligro, que es dificultar o incluso impedir la necesaria lucha contra la radicalización violenta ultranacionalista que se da en el País Vasco y en Navarra. En 2020 se han realizado 16 homenajes públicos a etarras según el Observatorio de radicalización de COVITE.
El Colectivo siempre ha criticado y lamentado que los brazos políticos de ETA fueran legalizados sin exigirles la condena del terrorismo de ETA. “Esa fue una de las exigencias de ETA para abandonar la violencia terrorista. El Gobierno de Zapatero negoció las condiciones para que ETA dejase de matar, condiciones que se cumplieron durante el Gobierno de Rajoy. No podemos olvidar que estamos ante un final de ETA negociado y quienes hemos pagado –y pagamos– las consecuencias de ese indigno final somos las víctimas”, aseguran.
La principal consecuencia del final negociado del terrorismo que denuncia COVITE es precisamente la impunidad de la que goza el entorno político de ETA, que formó parte esencial del entramado terrorista. “El partido político de apoyo y colaboración que tuvo ETA, hoy reciclado bajo las siglas de EH Bildu, tiene los mismos líderes que cuando ETA mataba. Estas personas llegaron a estar en la cárcel precisamente por formar parte del organigrama de ETA. El Tribunal Supremo probó que ETA y su entorno político fueron lo mismo y hoy esos líderes de la izquierda abertzale hacen política sin que nadie les exija que asuman sus responsabilidades en ETA”, denuncia Consuelo Ordóñez.