• Muestra su rechazo frontal al plan del Gobierno vasco en materia de política penitenciaria

  • Recuerda que la izquierda abertzale, con sus líneas rojas de no arrepentimiento y no delación, es la verdadera responsable de que los presos de ETA cumplan condena lejos del País Vasco
  • Advierte al Gobierno central de que el nacionalismo vasco no puede marcar la hoja de ruta del Gobierno en materia de presos 
de ETA 

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha acusado hoy al Gobierno vasco de ceder ante las pretensiones del colectivo de presos de ETA (el EPPK) en materia de política penitenciaria. El pronunciamiento del Colectivo responde al anuncio que ha hecho esta mañana el secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación del Gobierno vasco, Jonan Fernández, de que está preparando un documento detallado en el que se propone “un cambio de concepto” del actual modelo de política penitenciaria. El cambio consiste en que se acerque a los presos de ETA a cárceles vascas sin exigirles que rechacen a ETA para que, una vez en cárceles vascas, “inicien un proceso de reinserción”. COVITE ha cargado duramente contra el anuncio del Ejecutivo de Urkullu por plantear la misma política penitenciaria que siempre ha exigido el EPPK de ETA, un acercamiento de presos a cárceles vascas colectivo y sin previa exigencia de que rechacen la violencia. “A los terroristas orgullosos de su pasado criminal no se les aplica planes de reinserción, sino políticas de desradicalización que hasta ahora brillan por su ausencia en el País Vasco”, han declarado desde COVITE.

COVITE recuerda que la verdadera responsable de que siga habiendo una política de dispersión de los presos de ETA es la izquierda abertzale, y no el Estado de derecho. Solo tiene que levantar sus líneas rojas de no arrepentimiento y no delación a los presos para que estos puedan acogerse a las vías de reinserción. “La izquierda abertzale siempre ha tenido en su mano el fin de la dispersión, pero prefiere seguir sacando rédito político culpando al Estado y a las víctimas de que haya una política penitenciaria de dispersión en vez de permitir a los presos de ETA que puedan desvincularse de la banda terrorista y así ser acercados a cárceles vascas”, sentencia Consuelo Ordóñez, presidenta de COVITE. “Si la izquierda abertzale y el EPPK emplazan a los presos a que sigan orgullosos de sus crímenes, van a seguir estándolo en cualquier cárcel”.

COVITE defiende que el repudio a ETA debe ser una condición fundamental para el acercamiento de los presos de ETA a cárceles en el País Vasco. Tiene que ser un repudio individual, en ningún caso colectivo, a todo lo que ha supuesto ETA. “Es importante lograr que los presos de ETA rechacen a la banda terrorista para ser acercados a cárceles en el País Vasco porque ETA ejerció una violencia política, y si el acercamiento está orientado a la reinserción, el mínimo exigible para un condenado por terrorismo es el repudio tajante a la organización a la que perteneció y bajo cuyas siglas ejerció el terrorismo” COVITE cree indispensable que el Estado “establezca mediante esta exigencia un suelo ético basado en el rechazo a la violencia”.

El Colectivo recuerda que la competencia de decidir dónde cumplen condena los presos la tiene el Gobierno central, no los Gobiernos autonómicos, por lo tanto, pide al Gobierno central que “no permita que el nacionalismo vasco marque la hoja de ruta en materia de política penitenciaria” porque el Ejecutivo de Urkullu trabaja a favor de los intereses de ETA. COVITE insiste en que los últimos Gobiernos del PSOE y del PP establecieron condiciones para que los presos de ETA cumplan condena en prisiones cerca de sus domicilios, de manera que la distancia que los separa de sus casas está en sus manos. “Por una cuestión de coherencia, entendemos que quienes antes creían que había que exigir a los presos algo a cambio del acercamiento, también lo tienen que exigir ahora”.

El Colectivo ha advertido al ministro del Interior Grande-Marlaska que “no caiga en las trampas lingüísticas de la izquierda abertzale que el ministro tan bien conoce”. “No sirve la estrategia de ‘reconocer el daño causado’ porque ETA siempre ha reconocido el daño que provocaba en todos los comunicados de reivindicación de un atentado. De lo que se trata es de que los presos repudien la violencia que ejercieron de forma clara y de forma individual”. En este sentido, COVITE advierte de que la presión tiene que ir dirigida a la izquierda abertzale “para que deje de presentar a los presos y a sus familiares como víctimas y les permitan rechazar haber pertenecido a ETA. Mientras sigan con sus líneas rojas de no arrepentimiento y no delación, los etarras presos no se van a reinsertar. Acercar a un preso orgulloso de su pasado criminal a un contexto en el que se le jalea no ayuda en nada a su reinserción”, advierte Consuelo Ordóñez.