• Critica que el Gobierno Vasco haya organizado una campaña del Día de la Memoria a medida de los justificadores de la banda terrorista

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha cargado con dureza contra el Gobierno Vasco por convertir el Día de la Memoria, que se celebrará el próximo 10 de noviembre, “en un ejercicio de blanqueamiento de ETA”. El Colectivo ha asegurado que la naturaleza y el objetivo del Día de la Memoria, que debería ser recordar a las víctimas del terrorismo, “se ha pervertido para transformarlo en una pantomima a medida de los intereses de quienes justifican el terrorismo”.

COVITE ha criticado la campaña puesta en marcha por el Instituto de la Memoria del Gobierno vasco, Gogora, en la que en una serie de vídeos protagonizados por jóvenes se hace hincapié en que “todas las víctimas” deben ser tratadas por igual, porque todas han sufrido, sin mencionar si quiera por qué han sufrido, puesto que no se pronuncian las palabras terrorismo y ETA. A ojos del Colectivo, esto supone “un burdo intento de negar que ha habido terrorismo en el País Vasco”. COVITE ha hecho hincapié en que reconocer el sufrimiento de las víctimas debe ir acompañado de una condena tajante de las razones por las que ese sufrimiento ha sido infligido. “El significado de las víctimas no es otro que la intencionalidad con la que los asesinos nos constituyeron en víctimas: un proyecto político nacionalista y excluyente. Por eso el significado de las víctimas de ETA es político, porque ETA no mató por barbarie ni por venganza, ni para robar la cartera de sus víctimas. Asesinó por un proyecto político. Obviar esa especificidad del terrorismo de ETA es exactamente lo que buscan quienes no han condenado a ETA y la justifican: un manto de silencio que diluya sus responsabilidades criminales, que no les inste a condenar el terrorismo”, asegura Consuelo Ordóñez, presidenta del Colectivo. “Negar el significado político de las víctimas de ETA no contribuye a la construcción de la Memoria digna que merecen”.

En este sentido, COVITE ha señalado que la manipulación de la campaña puesta en marcha por Gogora obedece a una estrategia muy evidente de asentar un relato amable sobre lo que ha sido el terrorismo de ETA.  “El nacionalismo busca privatizarnos y hacer hincapié exclusivamente en nuestro sufrimiento, omitiendo las razones por las cuales somos víctimas”, lamentan desde COVITE. “Las políticas públicas de Memoria del Gobierno vasco omiten quiénes causaron la mayor vulneración de derechos humanos que hemos vivido en el País Vasco en los últimos cincuenta años: los terroristas de ETA. Por supuesto, tampoco se habla de la falta de libertad que ha padecido –y todavía padece– una parte de la sociedad vasca, consecuencia, precisamente, del terrorismo de ETA. Pero en esta campaña incluso se ha ido más allá y no se mencionan siquiera las palabras ETA y terrorismo. Somos víctimas de no se sabe qué violencia”, se quejan en COVITE. Para ocultar que el terrorismo ha sido el mayor problema para la paz y la convivencia en Euskadi “se nos iguala en nuestra condición doliente, de sufrimiento, con víctimas de otras violencias que nada tienen que ver con el terrorismo para que así todas las víctimas seamos iguales y no se hable del terrorismo”. Desde COVITE cuestionan si “el Gobierno Vasco abordaría la la violencia machista o racista sin ni siquiera mencionar las palabras machismo o racismo”. “Evidentemente, no lo haría”, sentencian. “Todas las violencias deben ser condenadas y desligimitadas por los poderes públicos, tratadas cada una de ellas de forma individual, con la importancia y la gravedad que merecen”, defienden desde COVITE.

El Colectivo asegura que la estrategia de ocultación del terrorismo de ETA coincide con el deseo mayoritario de la sociedad vasca de pasar página del terrorismo sin cuestionarse nada, sin renunciar a los objetivos políticos máximos de quienes justifican a ETA y sin censurar que el brazo político de ETA se haya integrado en la vida democrática bajo una falsa normalidad sin haber condenado el terrorismo. COVITE considera que el formato y el enfoque del Día de la Memoria es “una cesión de los partidos políticos al nacionalismo, que vuelven a dejar la construcción de la Memoria pública en manos de los herederos políticos de los terroristas”. Para el Colectivo esto supone “un retroceso en la batalla de un relato honesto y digno para las víctimas”.