COVITE transmite al Gobierno Vasco la humillación que supone para las víctimas del terrorismo de ETA que se avalen los planteamientos del Grupo Internacional de Contacto, que ejercen de altavoz público de los intereses de la izquierda aberztale y de ETA. 

Sr. D. Iñigo Urkullu Renteria

Lehendakari del Gobierno Vasco

Estimado Señor Urkullu:

Le escribo en calidad de presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE), asociación que representa a más de 500 familias víctimas del terrorismo, mayoritaria en la Comunidad Autónoma Vasca y con Estatus Consultivo Especial en ECOSOC/ONU. He visto con preocupación cómo usted ha recibido en Lehendakaritza al Grupo Internacional de Contacto (GIC), liderado por el autodenominado mediador internacional Brian Currin.

Quisiera trasladarle nuestro malestar por la cobertura que su Gobierno ha dado y da al Grupo Internacional de Contacto, integrado por personas conocidas por ejercer de altavoz público de los intereses de la izquierda aberztale y de ETA. El pasado mes de mayo, en el contexto de la disolución de ETA, Brian Currin destacó en Cambó el “esfuerzo” de ETA y expuso en tono crítico que “todavía tenemos muchos presos” que merecen una “solución”. En aquel acto propagandístico promovido por el propio entorno de la banda terrorista para escenificar un final de ETA sin vencedores ni vencidos, Currin se refirió a la organización terrorista como a un “movimiento de liberación”. En ningún momento hizo mención las víctimas de ETA: a los 853 asesinados, los 2.597 heridos, los más de 10.000 extorsionados y las más de 100.000 personas forzadas al exilio, ni a los 358 crímenes de la banda que están aún sin resolver.

Los planteamientos expuestos por el GIC en Cambó, por tanto, están encaminados a blanquear la historia criminal de ETA y a construir un relato en el que prime un empate entre el Estado de derecho y una organización terrorista. No son más que la continuación de la hoja de ruta trazada en la conferencia de Aiete en la que ETA anunció el cese definitivo de la actividad armada. En ella, Currin abogó por la “reintegración de todos los militantes” de ETA en la vida civil para “fortalecer” el supuesto proceso de paz. O, lo que es lo mismo, impunidad para los terroristas de ETA.

Que usted y su Ejecutivo reconozcan públicamente el trabajo del GIC y de Brian Currin significa dar carta de validez a estos planteamientos. Unos planteamientos que suponen un trato de favor para los terroristas de ETA y que aplacan las reivindicaciones legítimas de las víctimas del terrorismo, como los derechos a la verdad y a la justicia. Señor lehendakari, tras el anuncio de disolución de ETA y con terroristas aún huidos de la Justicia, es inconcebible que usted dé legitimidad a quienes buscan impunidad para los terroristas y que se preste a dar cobertura institucional a estos portavoces de parte que aspiran a construir el futuro sobre una base de desmemoria para las víctimas de ETA.

Le ruego encarecidamente que recapacite y reconsidere su política de memoria pública. En el País Vasco no hay ningún proceso de paz porque no ha habido ninguna guerra entre bandos enfrentados. La paz se construye con el desmantelamiento policial total del grupo terrorista que ha estado durante décadas atentando contra los derechos humanos, la democracia y la libertad. En definitiva, con la justicia, y no reclamando impunidad para los terroristas.

Atentamente,

Consuelo Ordóñez

Presidenta de COVITE