• El Colectivo califica como “extremadamente grave” que las autoridades francesas y españolas permitan que dos lobbys proterroristas bloqueen el País Vasco francés y su frontera con España durante un día entero

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha exigido a las autoridades francesas y españolas que impidan el bloqueo convocado por las organizaciones proetarras ‘Artesanos de la Paz’ y ‘Bake Bidea’, previsto para el próximo sábado 23 de julio. El objetivo de la convocatoria de estas organizaciones es requerir la excarcelación de los terroristas de ETA Jean Parot y Jacques Esnal, ambos responsables de múltiples asesinatos, entre ellos el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza –con seis niños asesinados–, cuya libertad condicional fue recurrida por la Fiscalía Antiterrorista francesa.

Según han anunciado los ‘Artesanos de la Paz’ y ‘Bake Bidea’, “las vías principales del País Vasco francés estarán bloqueadas”, incluida la frontera entre Francia y España por Guipúzcoa, el próximo sábado 23 de julio para “llamar la atención creando tensión”, lo cual, a juicio de COVITE, es totalmente inadmisible y supone “condicionar la vida pública a los intereses de dos lobbys proterroristas mediante la violencia y la intimidación”, en palabras de Consuelo Ordóñez, presidenta de COVITE. “Tanto el Gobierno francés como el español tienen la obligación de impedir estos bloqueos a través de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Lo contrario supone ser cómplice de los violentos que defienden la impunidad y la excarcelación de estos dos etarras sanguinarios”.

COVITE también ha denunciado que los ‘Artesanos de la Paz’ y ‘Bake Bidea’ han enviado durante las últimas semanas un comunicado a 158 ayuntamientos del País Vasco francés, así como a otras autoridades francesas, pidiendo que informasen a los ciudadanos acerca del bloqueo de carreteras con el fin de “disuadir la circulación por las principales vías”, lo cual algunas instituciones han aceptado, colaborando así con el objetivo de estas organizaciones. COVITE califica como “totalmente inaceptable” que las instituciones públicas francesas hayan ejercido de “portavoces de estas dos organizaciones proterroristas”. Las instituciones que han cedido a las demandas de los ‘Artesanos de la Paz’ y ‘Bake Bidea’ han sido la Comunidad de Aglomeración del País Vasco mediante el cierre de varias piscinas municipales (Ustaritz, Bidache, Cambo-les-Bains, Mauléon, Saint-Étienne-de- Baigorry, Saint-Jean-Pied-de-Port, Saint-Palais, Souraïde) y tres bibliotecas (Saint- Palais, Saint-Jean-Pied-de-Port and Irissarry) y la suspensión del servicio de transporte Txik Txak (autobueses, tranvías,etc); el aeropuerto de Biarritz, que ha publicado un mensaje advirtiendo del bloqueo; la Cámara de Comercio de Bayona; las oficinas de turismo, mediante la difusión de la información a los usuarios, así como varios ayuntamientos, entre los que destaca el ayuntamiento de Ustariz, el cual incluso ha animado a participar en el bloqueo.

COVITE también ha señalado que SORTU está apoyando explícitamente estos actos de bloqueo, lo cual no es sino “otra prueba de que su relación con la violencia y los actos de matonismo no ha finalizado con la disolución de ETA”. De igual manera, los ‘Artesanos de la Paz’ han contado, a lo largo de 2022, con el apoyo de varios cargos públicos, entre ellos el alcalde de Bayona y presidente de la Comunidad de Aglomeración del País Vasco, Jean-Rene Etchegaray; la portavoz de EH Bildu en el Congreso de los Diputados, Mertxe Aizpurua; la senadora del Partido Socialista por Nueva Aquitania, Frédérique Espagnac; los consejeros de la región de Nueva Aquitania Sophie Bussiere, Emilie Dutoya y Andde Sainte-Marie; el miembro del consejo departamental de Pirineos Atlánticos, Iker Elizalde; el alcalde de Hendaya, Kotte Ecenarro; el portavoz de SARE, Inaxio Oiharzabal; y el portavoz de Etxerat, Gorka García. En este sentido, COVITE considera “lamentable y decepcionante” que un lobby proterrorista como ‘Artesanos de la Paz’ cuente con “tanto apoyo social y político”, un apoyo que se va a traducir, si nadie lo impide, en una alteración grave de la vida pública del País Vasco francés el próximo sábado 23 de julio.