- En el acto de entrega del XX Premio Internacional COVITE al intelectual Martín Alonso, el Colectivo ha denunciado que la izquierda abertzale pretende “manipular los hechos históricos para minimizar el alcance de la violencia física y moral que sufríamos miles de personas en esta tierra”
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha entregado hoy su XX Premio Internacional COVITE al intelectual y profesor de Filosofía Martín Alonso, premiado por su “sólida e impecable trayectoria intelectual en la que ha analizado minuciosamente los discursos legitimadores de la violencia terrorista”. Durante un acto transcurrido en el Palacio de Miramar de San Sebastián, la presidenta de COVITE, Consuelo Ordóñez, ha destacado del premiado que “además de ser una de las personas más buenas y generosas que he conocido, ha analizado con mucha precisión cómo funcionan los engranajes del odio y la violencia de ETA, porque ni el odio ni la violencia política surgen de manera espontánea. Son fenómenos que ocurren porque la voluntad humana está detrás de ellos”. Ordóñez ha citado a Martín Alonso para explicar esta última cuestión: “Cuando queremos analizar fenómenos como el del nazismo, que sería un caso de comparación por elevación, o el del terrorismo de ETA, solemos fijarnos en las motivaciones de los asesinos. Pero eso es una parte reducida del marco general. Hay una parte mayor: los asesinos actúan porque hay una parte de la sociedad que, bien por indiferencia, por apatía, por conformismo o por oportunismo, no se opone de forma activa a las prácticas e ideas criminales. El desaprendizaje de la civilización es el aprendizaje del desinterés. El desinterés y la inhumanidad se aprenden”.
La presidenta de COVITE ha continuado con su discurso aludiendo a las palabras pronunciadas por Arnaldo Otegi esta semana en referencia a las víctimas: “Otegi es un personaje que nos tiene muy acostumbrados a esa retorsión del lenguaje que tan bien analiza Martín Alonso, para que parezca que dice algo moralmente aceptable cuando, en realidad, sus palabras son pura retórica para evitar ir al fondo de la cuestión: condenar el terrorismo de ETA y desmarcarse del fanatismo y del proyecto político totalitario y excluyente que legitimó el terrorismo durante tantas décadas”. COVITE ha denunciado que el fanatismo ideológico y político es lo que permitió que los terroristas y todos los que colaboraron con ellos generaran una extraordinaria red de gente radicalizada que moldeó la realidad social y política de Euskadi y permitió asentar un contexto de radicalización violenta permanente. “Esa estrategia fue diseñada de forma muy calculada por los líderes de la izquierda abertzale para promover un clima social que favoreciese la intimidación y el acoso a los disidentes, la violencia de persecución, las actividades de apoyo a los terroristas, y un discurso de odio que permeabilizase las mentes y el lenguaje de la sociedad”, ha censurado Consuelo Ordóñez. “Todo ese daño social y político provocado por parte de ETA a toda la sociedad y a nuestro Estado de Derecho está pendiente de ser asumido y condenado por sus responsables, que tienen nombres y apellidos y son los dirigentes de la izquierda abertzale. Son los mismos dirigentes que, cuando ETA mataba, ya estaban en primera línea de la política. Quienes dirigieron esta gigantesca estrategia de terror sistemático y selectivo se han visto beneficiados de un marco de impunidad que nadie se atreve a cuestionar. No han pagado ni pagarán por haber construido el mayor monstruo que ha atentado en nuestro país en democracia, que ha sido ETA”, ha añadido la presidenta de COVITE.
COVITE ha denunciado que, además, “todo descaro, se atreven a darnos lecciones de paz y convivencia a las víctimas, cuando precisamente nosotras hemos roto la espiral de la violencia y hemos sido ejemplo de convivencia democrática desde el momento en que no respondimos a la violencia con violencia”. A juicio del Colectivo, el objetivo de la izquierda abertzale es “privatizar el dolor y privatizar el sentido de la persecución política sistemática y selectiva que llevaron a cabo utilizando una palabra mágica, sufrimiento, para que los terroristas puedan compadecerse por haber sufrido ellos también al mismo tiempo que se ofrecen, como ha hecho Otegi esta semana, a mitigar el dolor de las víctimas en la medida de sus posibilidades”. Todo ello, recuerdan en el Colectivo, sin condenar su pasado criminal y sin renunciar a las convicciones totalitarias bajo las que actuaron.
“La persecución y el ataque a los derechos humanos más básicos, que son el derecho a la vida y a la libertad de conciencia e ideológica, no se pueden solventar invocando el sufrimiento compartido. El orden de factores altera el producto. Sin condena del sistema de persecución por parte de ETA y su entorno se edifica una gran mentira”, ha finalizado remarcando la presidenta de COVITE, Consuelo Ordóñez, su discurso.
Discurso íntegro de Consuelo Ordóñez, presidenta de COVITE