Critica que la Iglesia se preste al juego de ETA sin pedir la condena del terrorismo y recrimina al secretario de Estado del Vaticano que el arzobispo de Bolonia diera carta de naturaleza a los emisarios de los terroristas.
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha enviado una carta al Vaticano en la que ha mostrado su indignación por la presencia de un alto cargo de la Iglesia católica en el acto protagonizado por ETA el sábado en Bayona. En la misiva, dirigida al secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, la presidenta de COVITE, Consuelo Ordóñez, recrimina que el arzobispo de Bayona acudiera al acto propagandístico orquestado por la organización terrorista y lamenta que se prestara a actuar como parapeto de los ETA “sin exigir la condena del terrorismo”.
La carta de Consuelo Ordóñez es la segunda que la presidenta de COVITE envía a Parolin. La primera, remitida en enero tras su reunión con el lehendakari, Iñigo Urkullu, no recibió respuesta. “Ahora entiendo por qué”, apunta Ordóñez, que muestra sus sospechas de que el encuentro con Urkullu fuera “la antesala para el aval del Vaticano al acto propagandístico de ETA”.
La presidenta de COVITE traslada a Parolin que el acto de ETA en Bayona “debió estar presidido por la vergüenza y la catarsis, no por los focos” y que “las únicas autoridades legitimadas” para acudir eran las Fuerzas de Seguridad. “Como bien sabe, los exámenes de conciencia no tienen que ser públicos ni multitudinarios e implican el reconocimiento de principios tan básicos como que matar está mal”, recuerda Ordóñez, que reprocha que el arzobispo no exigiera “arrepentimiento y rechazo del terrorismo”.
Ordóñez señala que las víctimas están “indignadas” y apunta que “ahora que por fin la Iglesia vasca parecía dar pasos para acercarse a las víctimas, son las más altas instancias de la Iglesia quienes dan carta de naturaleza a unos terroristas orgullosos de su pasado”.
Por último, Ordóñez ha remitido a Parolin el Manifiesto por un fin de ETA sin Impunidad, que recoge los principios para “un desarme completo de ETA” y que acumula casi 40.000 firmas.