Tres miembros del Colectivo de Víctimas del Terrorismo, COVITE, han abogado esta tarde por acabar con el odio ante los cientos de radicales que se habían dado cita en Oñate para participar en un escrache en torno al cuartel de la Guardia Civil de Oñate.

La presidenta de COVITE, Consuelo Ordóñez, la vicepresidenta, Laura Martín, viuda de la última víctima de los GAL, y Concepción Fernández, viuda de un guardia civil, han acudido hacia las 19.00 horas a la entrada de la casa cuartel del Instituto Armado y han plantado cara a los radicales convocados para perpetrar el escrache. Las tres directivas de COVITE les han mostrado carteles en los que se leía “Fuera el odio” y “No son ‘perros’, nos defienden de la serpiente”, en referencia al calificativo “txakurra” (“perro” en euskera), con el que los convocantes del acto habían calificado a los agentes.

La presidenta de COVITE, Consuelo Ordóñez, ha asegurado que esta acción se ha llevado a cabo para “defender a las familias de los guardias civiles destinados en el cuartel de Oñate”. Ordóñez ha afirmado que el escrache convocado por una organización de la izquierda aberztale, así como la campaña difundida para su promoción, en la que se llamaba “txakurra” a los agentes, supone “una humillación hacia el Cuerpo, que constituye el colectivo en el que más víctimas del terrorismo ha provocado ETA”.

El pasado 2 de junio COVITE exigió en un comunicado que se prohibiera el escrache y criticó la impunidad con la que la izquierda abertzale denigra públicamente a la Guardia Civil, sin que las instituciones públicas hagan nada para impedirlo.