El Colectivo acusa al Consistorio de un delito de enaltecimiento del terrorismo, de humillación a las víctimas y de malversación de caudales

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha presentado hoy una denuncia penal en la Audiencia Nacional contra el Ayuntamiento de Berriozar (Navarra) por presuntos delitos de enaltecimiento del terrorismo y de humillación a las víctimas, así como de malversación de caudales públicos. Lo ha hecho después de que el Consistorio haya utilizado dinero público para pedir a los jóvenes que apoyen a los presos de ETA carteándose con ellos.

Según informaciones aparecidas en el diario El Mundo, desde el Centro Juvenil Gaztetxe Taupada, financiado por el Ayuntamiento, se edita una revista cuya última edición incluyó una campaña a favor de criminales encarcelados por brutales asesinatos y de la impunidad en torno a los crímenes terroristas. “En Berriozar tenemos cuatro presos, por lo que además de recibir nuestro apoyo en la calle, es importante que estén informados sobre la actualidad del pueblo. Por eso, te animamos a escribirles. ¡Los queremos en casa y libres!”, se reclamaba en la publicación.

Con la pretensión de que los jóvenes del pueblo envíen cartas a terroristas encarcelados, la revista facilita la dirección de las cárceles en las que se encuentran reclusos de ETA. Los terroristas a los que se hace mención en la publicación financiada por el Ayuntamiento son los hermanos Ayensa Laborda y Lerín Sánchez.

Los primeros están condenados por los asesinatos del concejal de Unión del Pueblo Navarro Tomás Caballero y del militar y vecino de Berriozar Francisco Casanova. También por la colocación de dos bombas contra el ex parlamentario de UPN Evelio Gil, y contra el militar José Díaz Pareja. Los hermanos Lerín Sánchez cumplen condena por pertenencia a banda terrorista, así como por la tenencia de 170 kilos de explosivos que guardaban en Berriozar. Además, recopilaron información para asesinar a Fernando Savater, a un policía del barrio donostiarra de Amara, a dos ertzainas de Tolosa y a un confidente de la Guardia Civil.