• Responde así a las declaraciones de la consejera de Justicia y DDHH, la socialista María Jesús San José, prometiendo más «información y transparencia» en política penitenciaria. «No queremos más promesas, queremos hechos que demuestren que se está revirtiendo la política de terceros grados fraudulentos a presos de ETA», afirman desde COVITE

  • El Colectivo asegura que no ha encontrado pruebas de la vinculación del preso de ETA Andoni Otegi, quien recibió el lunes un tercer grado, con la izquierda abertzale. No así con Alicia Lucía Sáez de la Cuesta, quien sí continúa en la órbita de SORTU

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha respondido a las declaraciones de la consejera de Justicia y Derechos Humanos del Gobierno vasco, la socialista María Jesús San José, demandando «hechos» y no «palabras» en la gestión de la política penitenciaria de los presos de ETA. El Colectivo ha asegurado que necesitan «pruebas fácticas» de sus promesas de «mayor transparencia e información» porque «la decepción con la gestión que está haciendo esta Consejería respecto de los terceros grados a los presos de ETA es total». Desde COVITE han criticado que, al menos hasta ahora, «se ha continuado con la política de concesión de terceros grados fraudulentos a etarras que no están arrepentidos, exactamente igual que hico el PNV con más de 60 terceros grados a etarras que están en la órbita de la izquierda abertzale, que les prohíbe arrepentirse».

No obstante, desde COVITE han puntualizado que no han encontrado ninguna prueba de que el etarra Andoni Otegi, quien obtuvo el tercer grado el lunes, esté actualmente vinculado a la izquierda abertzale. «Hemos estado investigando y Andoni Otegi no figura en las listas de Etxerat, la asociación de familiares de presos de ETA, ni es exhibido como un héroe en los entornos y en los actos públicos de la izquierda abertzale. Además, en su ficha se nos proporciona una información que es indicativa de que puede estar sinceramente arrepentido, cosa que no ocurre con la gran mayoría de etarras que han sido agraciados con un tercer grado», ha afirmado Consuelo Ordóñez, presidenta de COVITE. «Con el resto de los etarras ha bastado una carta manuscrita en la que supuestamente expresan arrepentimiento y piden perdón a las víctimas para que les concedan inmediatamente el tercer grado, que son los que les facilitan la excarcelación. Esas cartas nunca trascienden al ámbito público ni a las familias de sus víctimas y los hechos siempre terminan desmintiendo las palabras. Enseguida comprobamos que esos presos de ETA siguen vinculados a la izquierda abertzale, que les prohíbe arrepentirse», ha criticado Consuelo Ordóñez. Este es el caso de la otra etarra que consiguió un tercer grado el pasado lunes, Alicia Lucía Sáez de la Cuesta, quien sí aparece en las listas de Etxerat y su foto es exhibida junto al resto de los etarras de Vitoria en el Garraxi Taberna de Vitoria, un bar fuertemente vinculado a SORTU.

Por otra parte, desde COVITE han querido incidir en que «no es necesario ningún cambio legislativo para exigir el arrepentimiento a los presos de ETA para progresar en grado», tal y como han empezado a deslizar desde la Consejería de Justicia y Derechos Humanos. «La ley es muy clara: exige signos inequívocos de arrepentimiento para progresar en grado. Lo que nunca va a decir la ley es por qué medios se tiene que demostrar ese arrepentimiento. ¿Dónde está escrito que la ley exija una carta manuscrita para acreditar el arrepentimiento? En ningún sitio», ha hecho hincapié la presidenta de COVITE. «Una carta manuscrita que nunca se hace pública, mientras siguen vinculados a SORTU, que les prohíbe expresamente el arrepentimiento, será siempre una burla a este requisito legal. Es un insulto a las víctimas que se nos pidan actos de fe en esas cartas», han insistido desde COVITE.

COVITE ha puesto como ejemplo, una vez más, lo sucedido con la Vía Nanclares, en la que fueron los propios presos de ETA que estaban sinceramente arrepentidos quienes quisieron hacerlo público, tal y como contó Txema Urkijo, asesor del Gobierno vasco en aquel momento, el pasado jueves en la Jornada Anual de COVITE. «Con esta misma legislación se hizo la Vía Nanclares y vimos las manifestaciones públicas de algunos presos de ETA que impugnaron lo que fueron la organización terrorista y la izquierda abertzale, quienes los expulsaron inmediatamente de su redil», han declarado desde COVITE. «Si hoy no vemos nada parecido a la Vía Nanclares, es porque no hay ninguna voluntad política para conseguir ese arrepentimiento de los presos de ETA».

En este sentido, desde COVITE han hecho referencia a la polémica generada por el concierto de Fermín Muguruza en la prisión de Martutene el pasado sábado cantando la canción ‘Sarri Sarri’, que hace referencia a la fuga de la prisión de los etarras Kepa Pikabea y Joseba Sarrionandia: «Desde el Gobierno vasco han afirmado que van a pedir algo que no se pedía antes, y es que toda propuesta cultural venga con un compromiso de respeto de valores, de contribuir a la reinserción y de no ofender a las víctimas. ¿Dónde viene eso en la ley? En ningún sitio. Es perfectamente legal el concierto de Muguruza, aunque haya sido inmoral. Es cuestión de voluntad política exigir que no se ofenda a las víctimas. Pues lo mismo ocurre con el requisito del arrepentimiento para progresar en grado, es cuestión de voluntad política que se quiera cumplir con él o burlarlo», ha aseverado Consuelo Ordóñez, presidenta de COVITE.