- Valora positivamente que el EPPK asegure renunciar a hacer ongi etorris a los presos de ETA. No obstante, de la izquierda abertzale reclama hechos, no declaraciones
- El Colectivo tacha de “cínico” el comunicado, en el que acusan a las víctimas de “buscar la venganza” y de tener “voluntad de imponer un relato falaz que distorsione el conflicto”, así como “la confrontación en vez de la convivencia”
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) valora positivamente que el EPPK afirme que van a renunciar a hacer ongi etorris a los presos de ETA a su salida de prisión, pero remarca que “de la izquierda abertzale no queremos palabras, sino hechos”. En este sentido, desde COVITE exigen a la izquierda abertzale no solo que cesen los ongi etorris, sino toda expresión de legitimación y justificación a ETA. “Que dejen de llamar presos políticos a los asesinos de nuestros familiares. Que dejen de exigir su impunidad en multitudinarias manifestaciones. Que saquen a ETA del espacio público, de las calles de todos y no hagan pintadas, pancartas, etc. de exaltación a ETA. Y que dejen de homenajear también a etarras fallecidos”, ha reclamado Consuelo Ordóñez, presidenta de COVITE.
Desde el Colectivo aseguran que el trabajo que llevan realizando desde 2016 con su Observatorio de la radicalización ha sido fundamental “para vislumbrar y comprender la verdadera dimensión del problema de la radicalización violenta y de los homenajes públicos a quienes pertenecieron a ETA, una realidad que ha existido desde que ETA comenzó a matar, pero de cuya magnitud no éramos conscientes”. COVITE afirma haber realizado este trabajo de denuncia pública y penal de los indignos homenajes a etarras prácticamente en soledad durante varios años, hasta que, en 2019, con dos homenajes que se produjeron en verano de ese año y que supusieron un boom mediático, toda la sociedad y la clase política empezó a ser consciente del problema y a denunciarlo también.
COVITE acusa a la Audiencia Nacional de ser la institución responsable de la impunidad con la que se ha venido realizando este culto al etarra, puesto que hasta ahora ha archivado todas las denuncias presentadas por el Colectivo por homenajes públicos a etarras a su salida de prisión: un total de 27 denuncias desde 2016. “La Audiencia Nacional ha demostrado que no tiene voluntad de aplicar el artículo 578 del Código Penal, que tipifica los delitos de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas, como sí lo hacía hasta hace unos años por los mismos hechos que denunciamos últimamente, llegando a condenar a dirigentes de la izquierda abertzale como Arnaldo Otegi o Tasio Erkizia”, ha reprochado Consuelo Ordóñez.
Por otra parte, COVITE tacha de “cínico” el comunicado del EPPK, ya que en él acusan a las víctimas de “buscar la venganza con voluntad de imponer un relato falaz que distorsione el conflicto”, así como “la confrontación en vez de la convivencia”, en palabras del propio EPPK en su comunicado. Consuelo Ordóñez califica de “inaudito” que “después de que llevemos muchísimos años aguantando las humillaciones y provocaciones de la izquierda abertzale, encima nos acusen a las víctimas de querer venganza y de ser un impedimento para la paz y la convivencia. Precisamente si hoy disfrutamos de una convivencia en paz y libertad es gracias a que las víctimas nunca nos hemos vengado ni nos hemos tomado la justicia por nuestra mano”.
En este sentido, desde COVITE acusan a la izquierda abertzale de haber hecho esta declaración –como todo lo que hacen– por un cálculo estratégico y no por una reflexión ética. “Prueba de ello es que por ahora siguen llamando presos políticos a los etarras a los que supuestamente han renunciado a homenajear. Y también lo es que se vayan a terminar los ongi etorris sin que EH Bildu los haya condenado expresamente”, afirma Consuelo Ordóñez. Desde el Colectivo recuerdan que hace apenas tres semanas EH Bildu se negó a suscribir una declaración institucional de condena de estos actos en el Parlamento vasco. Por lo tanto, “que nadie espere que ahora les tengamos que dar las gracias por dejar de homenajear públicamente a asesinos y terroristas. Que nos alegremos por ello es una cosa, y otra muy diferente es que tengamos que reconocérselo como un gran gesto por la paz y la convivencia. Es lo mínimo que pueden hacer y llevábamos reclamándolo muchos años”.