• Expresa su preocupación y su condena ante el acoso que están sufriendo las formaciones políticas del PSE, PNV y Podemos por parte de radicales de la izquierda abertzale

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha exigido al Gobierno que no ceda ante el chantaje del preso de ETA Patxi Ruiz, quien inició la semana pasada una huelga de hambre y sed, según informó la web de ATA, para presionar al Ejecutivo y lograr así su excarcelación. «En un Estado de Derecho como el nuestro no tiene cabida la excarcelación gratuita de un terrorista como Patxi Ruiz, condenado por el asesinato del concejal de UPN Tomás Caballero», ha declarado Consuelo Ordóñez, presidenta de COVITE. «La izquierda abertzale siempre ha reclamado la excarcelación de los etarras presos, puesto que los considera ‘presos políticos’. La huelga de hambre de Patxi Ruiz no es más que una excusa del sector más radical y violento, agrupado bajo las siglas de ATA, para llevar al máximo la presión para lograr sus aspiraciones, aprovechando la situación de crisis sanitaria por la COVID19». El Colectivo exige que «no se repitan las cesiones vergonzosas que se dieron con los Gobiernos de Zapatero y de Rajoy con los presos de ETA Iñaki De Juana Chaos y Bolinaga, respectivamente».

COVITE ha expresado también su máxima preocupación ante el aumento de la violencia callejera y el acoso a los partidos políticos PSE, PNV y Podemos por parte de radicales de la izquierda abertzale, un acoso que ayer por la noche fue llevado al máximo con el ataque que sufrió la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, en su vivienda particular. «ETA ya no nos mata, pero el odio y los postulados totalitarios siguen intactos en la izquierda abertzale», denuncian desde COVITE. «Expresamos nuestra máxima condena a estos ataques, intolerables en democracia». Asimismo, desde COVITE acusan a EH Bildu de ser «cómplice» del aumento de la violencia y la intimidación por «no emitir una condena tajante ante estos ataques y salir en defensa del etarra preso».

COVITE denuncia que el odio al pluralismo político, característico de la izquierda abertzale y del nacionalismo vasco radical, «sigue muy presente en el País Vasco y en Navarra». El Colectivo lleva años advirtiendo del peligro de que las nuevas generaciones «crezcan teniendo a sanguinarios terroristas de ETA como modelos a seguir» ante la falta de voluntad de las instituciones públicas de «abordar de manera efectiva el problema de radicalización violenta ultranacionalista que existe en el País Vasco y en Navarra». El Colectivo ha alertado en numerosas ocasiones del riesgo de cara al futuro que implica legitimar la disolución de ETA que organizó, protagonizó y orquestó la propia ETA el 4 de mayo 2018 en la localidad francesa de Cambó-les-Bains. «Quedan todavía terroristas prófugos que las FCSE deben detener. Y se debe prestar mucha atención a los disidentes de ETA agrupados bajo las siglas de ATA, ya que están fuertemente ideologizados y fanatizados. Estos últimos días están demostrando que están muy organizados y que disponen para ello del amparo de la izquierda abertzale, como ha quedado patente con el comunicado emitido por EH Bildu». En una carta enviada al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el pasado 13 de enero, COVITE solicitó saber si las FCSE están investigando esta disidencia. COVITE hace hincapié en que «incluso el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco afirmó en las Jornadas Anuales de COVITE del año 2017 que se estaban produciendo encuentros entre etarras encarcelados y personas jóvenes para organizar esta disidencia».

Por último, el Colectivo censura la propaganda de la izquierda abertzale respecto a lo que EH Bildu califica como «una política penitenciaria de excepción», así como las acusaciones de que el Estado no «garantiza la integridad física y el respeto a los derechos de los presos» poniendo «en riesgo la vida del etarra recluso Patxi Ruiz». «Son puras mentiras para seguir sacando rédito político de los presos de ETA, cuando la realidad es que la izquierda abertzale no permite a los etarras presos desvincularse de la banda terrorista, impidiendo así que sean trasladados a cárceles vascas», recuerda Consuelo Ordóñez. «Instituciones Penitenciarias jamás pondrá en riesgo la vida de Patxi Ruiz, ya que, con la autorización de un juez, se procedería a la alimentación forzosa. Existen protocolos de actuación para este tipo de casos».