27.09.2024. San Sebastián (Guipúzcoa). Pancartas de los disidentes de SORTU por el Gudari Eguna

Los disidentes de SORTU colocan pancartas en distintos puntos de San Sebastián en homenaje a los etarras fallecidos en conmemoración por el Gudari Eguna. El Gudari Eguna es celebrado con el propósito de homenajear a todos los miembros de ETA fallecidos, especialmente a los etarras Juan Paredes “Txiki” y Ángel Otaegi, fusilados por la dictadura franquista. Se exhibieron las imágenes de los etarras José Luis Isasa, Jon Anza, Justo Elizarán, Santos Blanco, Xabier Zabaleta, Bakartxo Arcelus, José María Iguerategui, Joaquín Ochotorena, José María Quesada, Alejandro Auzmendi, Luis María Zabaleta, Oihane Errazquin, Olaia Castresana y Antonio Tolosa.

Juan Paredes Manot “Txiki” fue responsable del asesinato del asesinato Ovidio Díaz López.

Ángel Otaegi Echeverría fue responsable del asesinato en 1974 de Gregorio Posada Zurrón. El etarra fue quien proporcionó la información para llevar a cabo su asesinato.

José Luis Isasa Lasa falleció en Pasajes en 1985 al estallar el artefacto explosivo que manipulaba.

Jon Anza Ortúñez fue condenado en 1983 por el asesinato en 1981 de Leopoldo García Martín. Tras salir de prisión en 2002, se le realizó un “ongi etorri” en el Frontón de Intxaurrondo al que asistieron 300 personas. Posteriormente, en 2005 volvió a incorporarse a ETA y huyó a Francia. El etarra desapareció el 18 de abril de 2009, día en que tenía previsto coger un tren en Bayona con rumbo a Toulouse, donde se reuniría con otros etarras. Tras 11 meses en paradero desconocido, el cuerpo de Anza fue encontrado en la morgue de Toulouse sin signos de violencia. Su cuerpo había permanecido en la morgue desde el 11 de mayo de 2009 y se dictaminó que falleció de un infarto. Pese a las evidencias, los proetarras siguen aferrados al falso relato de que Anza «fue secuetrado y tuvo una muerte violenta».

Justo Elizarán Sarasola fue dirigente de ETAm y responsable de sus comandos de información. El etarra fue asesinado por los grupos terroristas ANE o GAE en 1979.

El etarra Santos Blanco González «Aitite» fue asesinado en 1985 por los GAL.

El miembro liberado de ETAm Javier Zabaleta Urretavizcaya «Jatorra» fue responsable del asesinato de José Aybar Yáñez en 1982. El etarra falleció al día siguiente a causa de los disparos de otro de los terroristas que participaron en el asesinato de José Aybar, Mikel Arrieta.

Bakartxo Arcelus Arcelus fue responsable del asesinato de Isidoro Díez Ratón en 1985. La etarra falleció en San Sebastián en un enfrentamiento con la Guardia Civil en 1986.

José María Iguerategi Gilisagasti «Ijitu» fue responsable de los asesinatos en 1993 de José Ramón Domínguez Burillo y José Antonio Santamaría Vaqueriza. El etarra recibió el encargo de la dirección de ETA en 1991 para la reconstrucción del Comando Donosti. Falleció en 1994 al estallarse el explosivo que transportaba.

El miembro de ETAm Joaquín Ochotorena Sorrondo falleció a causa de una leucemia en París en 1983.

Alejandro Auzmendi Ilzarbe «Satza» fue responsable del asesinato de Isidoro Díez Ratón. El etarra falleció en San Sebastián en 1986 en un enfrentamiento con la Guardia Civil.

Luis María Zabaleta Mendia fue responsable del asesinato del Guardia Civil Isidoro Díez Ratón. El terrorista Luis María Zabaleta murió en 1986 junto a otros dos etarras en un enfrentamiento con la Guardia Civil tras ser sorprendidos después de ametrallar a un camión francés en la autopista Bilbao-Behovia.

Oihane Errazquin Galdós comenzó como miembro de Jarrai (la cantera de ETA, la organización responsable de la «kale borroka») hasta que fue captada por ETA en 1996. Posteriormente, formó parte de uno de los «taldes» («grupos») del Comando Donosti. La etarra fue detenida en una vivienda en Dax (Francia) en 2001 junto a los etarras Asier Oyarzábal y Dolores López. El domicilio servía de oficina de recaudación del llamado «impuesto revolucionario» de ETA, en donde se encontraron un millón de francos franceses en billetes, una treintena de detonadores eléctricos, tres armas cortas, documentos de identidad falsos; así como documentación interna de ETA, entre los que se incautaron la contabilidad de la extorsión y cartas de extorsión listas para ser enviadas a empresarios. Tras la detención, Errazkin fue condenada en Francia por asociación de malhechores.

Olaia Castresana Landaberea falleció en Torrevieja en 2001, al explotarle la dinamita que estaba manipulando dentro de una vivienda vacacional. Los etarras pretendían sembrar la zona turística de bombas, dentro de su campaña contra objetivos turísticos. Además de la muerte de la perpetradora, en el atentado resultaron heridas 11 personas. La urbanización fue desalojada, teniendo que realojar en hoteles a más de 50 personas. En el acto celebrado en homenaje a la etarra en San Sebastián, Arnaldo Otegi afirmó que «[los etarras fallecidos] se han ido con dignidad silenciosa» y que «merecen el chaparrón de aplausos más caluroso».

Antonio Tolosa González falleció en Bilbao en 1983 al estallarle la bomba que manipulaba.